Ya hace más de seis meses que dejamos nuestro trabajo,
nuestra casa, nuestros carros, nuestras comodidades y nos fuimos hacer lo que
Dios nos envió. Vivimos un mes en República Dominicana, estuvimos dos meses en
Puerto Rico poniendo algunas cositas en orden, mi esposo volvió a República
Dominicana por dos semanas y ya vamos
para cuatro meses en North Carolina trabajando en las misiones.
Parecerá imposible lo que voy a contar, pero es lo que
sucede cuando somos obedientes a la voz de Dios.
A pesar de vender todo lo que teníamos y dejarle un 75% al necesitado, mi esposo dejó un
excelente trabajo ( el mío no tan excelente pero un trabajo jajaja) y decidimos
caminar con fe. NO nos ha faltado nada. Al contrario aunque parezca irreal
tenemos mucho más ahora que cuando nos matábamos trabajando.
No solo hablo espiritualmente, ahí obviamente hemos crecido
y nos sentimos los cuatro que nunca habíamos estado tan cerca en hacer la
perfecta voluntad de Dios como hasta
ahora. Hablo también de lo físico. Cuando Dios me envía a República Dominicana y
luego a North Carolina me dio miedo el lugar que iba a ser nuestro hogar y la
seguridad que íbamos a tener y Dios me contestó bien claro, Te pondré en lugar seguro.
Algo que las personas me comentan cuando nos visitan es, Wao que seguro es este
lugar, Se ve súper tranquilo y frases así. Obviamente mi Padre lo buscó por mi
sabía donde llevaba a sus hijos.
A pesar de mi casa
ser mucho más pequeña que la que teníamos antes, me encanta, es justamente lo que necesitábamos,
mis hijas aman limpiar todo rápido, no aman tanto compartir habitaciónJ. A pesar de no ganar en sueldo ni la mitad de
lo que ganábamos antes, no nos ha faltado absolutamente nada. Dios nos continúa
proveyendo cada día. Antes yo vivía con presupuesto y aunque no nos sobraba
mucho ya sabía cómo iba a pagar nuestras deudas de cada mes. Acá dependemos de
la oración, ayuno y de la completa provisión
de Jehová para pagar cada mes. Y de una manera milagrosa pagamos todo y nos
sobra para guardar, algo que nunca pasaba cuando trabajamos los dos
terrenalmente. Ahora trabajamos para el Reino de Dios y él nos paga mes tras
mes. Cada mes es por fe!
Para hacer nuestra “locura” de mudarnos de un lugar a otro tuvimos que tomar un dinero prestado y “de
la nada” nos llegó un dinero y pudimos saldar todo. Hasta detalles para
compartir en familia y como matrimonio Dios nos ha regalado. Los otros días quería
pasar un ratito con mi esposo y lo invité a comer (realmente no tenía mucho
dinero lo iba a llevar a comernos un helado o algo así) y Una hora antes de
salir de casa me llega “de la nada” una tarjeta de regalo de un restaurante.
Me preocupaba las
amistades de mis niñas ya que tantos cambios y a la edad que tienen sus
amistades son algo importante y “de la nada” han aparecido en cada lugar que
vamos nuevas amistades. A pesar que mis
hijas dominan el inglés, necesitan perfeccionaro y “de la nada” alguien se ofrece a enseñarles inglés
y les dejó sus libros. Mi esposo tenía
que volver a R.D y no teníamos dinero para un gasto así y “de la nada” los pasajes, estadía, comidas
todo pago para su viaje a ayudar a personas con tantas necesidades. En octubre tiene su primer viaje misionero a México
y como ya sabrán “de la nada” ya está todo pago.
Si , estamos viviendo con menos dinero, menos espacio en el
hogar y solo tenemos un carro, pero tenemos más tiempo juntos, más bendiciones
y más tiempo para darnos cuenta y contar a otros que realmente estas cosas que
nos pasan no son “de la nada” es un Dios real que nos llamó y nos está respaldando en todo momento.
El no lo hace solo con nosotros, Dios lo hace con cada persona que le cree, le sirve y hace su perfecta voluntad. Si le sirves se que tendras historias como las mias, si no lo haces te invito a que te des una oportunidad.
El no lo hace solo con nosotros, Dios lo hace con cada persona que le cree, le sirve y hace su perfecta voluntad. Si le sirves se que tendras historias como las mias, si no lo haces te invito a que te des una oportunidad.