Que mucho nos quejamos! Que calor! Que frío! Por qué tanta
lluvia? Pero por que no llueve? Por qué no tengo trabajo? Ay este trabajo no lo soporto!! Por qué no
tengo hijos? Estos niños me van a volver loco! Necesito salir de casa, me voy a
estudiar! Ay estos estudios me van a matar, no tengo vida!!
Parece hasta cómico pero así somos, Yo era la reina de las
quejas, creo que si no tenia de que quejarme me sentía hasta rara jaja. Pero aprendí
que muchas veces nos quejamos de cosas en nuestra vida sin percatarnos que
realmente son una bendición. Aprendí que
como hija de Dios todo pasa con un propósito. A la larga todo lo que me suceda
es para mi bien (Romanos 8:28).
Intento no perder tiempo quejándome, pensar en que aunque yo
no sepa porque pasan ciertos problemas, creo en uno que lo sabe todo. También
me ayuda pensar en problemas anteriores y como Jehová me ayudó a salir de ellos.
Todos pasamos por problemas y aflicciones pero si vamos a estar quejándonos y quejándonos
nada vamos a resolver.Algo que siempre pero siempre funciona es ayudar a otros, mientras ayudamos a otros te olvidas de tu situación y mientras tú te ocupas de ayudar, Dios se ocupa de resolver lo tuyo.
Agradezca a Dios por todo.
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