Qué alivio sentimos cuando nos dan una oportunidad!
Nunca te ha detenido un guardia? Cuando recién nos mudamos a N.C me detuvo uno. No fue mi culpa, no hice nada
malo. Bueno realmente aun tenía algunas costumbres de manejar cómo se maneja en
Puerto Rico y el guardia no lo sabía. Pero la buena noticia fue que me dio una oportunidad
y no me dio el boleto. Siiii!!! Qué oportunidad.
Y que tal cuando somos estudiantes y salimos mal en un
examen y el maestro nos da otra oportunidad de tomar un nuevo examen. Que mucho
agradecemos esas oprtunidades!
Mira la oportunidad que le dieron a esta mujer.
Juan 8:3-11
Los maestros de la ley y los fariseos llevaron entonces a
una mujer sorprendida en adulterio, y poniéndola en medio del grupo le dijeron a Jesús:
—Maestro, a esta mujer se le ha sorprendido en el acto mismo
de adulterio. En la ley Moisés nos
ordenó apedrear a tales mujeres. ¿Tú qué dices?
Con esta pregunta le estaban tendiendo una trampa, para
tener de qué acusarlo. Pero Jesús se inclinó y con el dedo comenzó a escribir
en el suelo. Y como ellos lo acosaban a preguntas,
Jesús se incorporó y les dijo:
-Aquel de ustedes que esté libre de pecado, que tire la
primera piedra.
E inclinándose de
nuevo, siguió escribiendo en el suelo. Al oír esto, se fueron retirando uno tras
otro, comenzando por los más viejos, hasta dejar a Jesús solo con la mujer, que
aún seguía allí. Entonces él se incorporó y le preguntó:
Mujer, ¿dónde están? ¿Ya nadie te condena?
—Nadie, Señor.
—Tampoco yo te condeno. Ahora vete, y no vuelvas a pecar.
Uf esta si que es una oportunidad! Es que Dios es así él nos
da tantas oportunidades.
No importa que estés haciendo mal, aunque los demás te estén
juzgando, o seas tú el que ya sabes que estas mal. No importa el pecado, con Dios puedes comenzar
desde cero.
Dios te da la gran oportunidad de tu vida y te dice vete y no
peques más.
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