Si eres como
yo y has intentado hacer las cosas por ti mismo tal vez se te haga difícil
tomar la decisión de soltar muchas cosas y permitir que sea Dios el que le dé
forma a tu vida.
Anoche vimos
la pelicua The Song (super recomendada). Y cuando la terminé de ver me quedé
pensando en cómo era mi matrimonio antes de conocer a Dios bueno realmente ni matrimonio
ya tenía.
Para los que
no conocen mi historia aquí va un poquito. Mi amado y yo fuimos novios desde la
escuela y para mí era mi príncipe, el hombre con el que quería pasar el resto
de mi vida. Nos casamos súper jóvenes. Muy jóvenes, muy llenos de vida, muy
llenos de sueños y metas pero vacíos de lo que realmente importa, no estábamos llenos
de Dios.
Pensábamos
que con nuestra fuerza podíamos. Nos duró muy poco nuestra felicidad y después
de muchos problemas y la bendición de tener dos princesas decidimos divorciarnos.
Y allí estaba
yo con apenas 23 años divorciada y con dos niñas para criar, con dos trabajos
para poder pagar las deudas y con muchos deseos de vivir mi vida sin consultar
con nadie. Fue una época
difícil donde cada uno intentó vivir su vida a su manera.
Realmente la
felicidad con mis fuerzas y viviendo a mi manera era pasajera, unos días estaba
muy contenta otros estaba muy deprimida no entendía mi vida ni por qué me sucedían
las cosas que me pasaban y porque otras cosas que anhelaba no llegaban.
Recuerdo una
noche quedarme dormida llorando como tantas otras, pero esta noche mi llanto
fue diferente y me atreví hablarle a Dios , otras veces le hablaba, de vez en
cuando le pedía cosas, era tan superficial mi relación con El. Esa noche fue
diferente fue una conversación larga y en verdad lo sentí conmigo le pedí ayuda
y sentí que El me escuchaba y que me
contestaba que la ayuda venia ya.
Al otro día al salir del trabajo tenía una
llamada de Keren,una amiga cristiana q yo evitaba hablar con ella de esas cosas
ya sabes yo pensaba, “ya viene esta a hablarme de lo mismo”, “claro como ella
no tiene problemas”, ”es que ella no sabe por lo que yo paso” Y viene otra vez a invitarme a la iglesia”.
Me invitó a
comer a su casa, Keren iba a cocinar (ya con esto debí suponer que Dios estaba
en el asunto) Wao lo que pasó en su casa trataré de explicarlo, Dios permitió
que justo antes que llegara pasara por una situación donde tuve que llegar a su
casa llorando, llegué llorando, hablamos llorando, comí llorando, me fui riendo
y llena de paz, por primera ves en mi
vida sentí verdadero gozo y paz, ella y su esposo me escucharon, y para mi
sorpresa no me juzgaron simplemente oraron por mí y en el comedor de su casa
acepté a Jesús como mi salvador.
Pausa……
porque hablo de mi encuentro con Dios en mi historia de Amor? Pues porque de Él
depende todo, Él es mi historia de amor y gracias a Él mi esposo y yo volvimos
a casarnos y ahora nuestro matrimonio está lleno de Él y por eso ha sido una
historia tan diferente.
No fue de la
noche a la mañana fue un proceso de aprendizaje donde decidimos poner a Dios en
primer lugar, decidimos servirle y entonces Él se encargó de devolverme mi príncipe.
Mi esposo es una bendición para mí, vivimos cada día tratando de ser de ejemplo
para nosotros y para otros. Queremos ser la voluntad de Dios.
No importa la
situación que estés pasando si decides
decirle como yo le dije esa noche “Pero yo
señor en ti confío, Tu eres mi Dios, mi vida entera esta en tus manos”(Salmos
31:14-15).Atrévete a decirle, ok Dios he intentado hacerlo a mi manera pero
estoy listo para poner mi vida en tus manos.
Te aseguro que El hará cosas maravillosas en
tu vida.