Jueves de testimonio!
El sol brilla, los pajaritos cantan, los arboles están floreciendo, puedo sentir
como por fin llegó la primavera. Gracias Dios!! Disfruta este testimonio y no dudes en compartirlo.
“Desde muy niña soñaba con ser una buena mujer y tener una familia.
Soñaba con un príncipe azul que sería mi esposo. Ese siempre fue mi sueño desde niña hasta joven.
Crecí en una familia
Cristiana y crecí en la iglesia. Amaba a Dios y siempre quería caminar con El.
Cuando crecí y empecé ir a High School era la misma pero en el grado 11 las
cosas empezaron a cambiar. Aunque mis papas eran Cristianos y siempre me
aconsejaban que continuara en los caminos del Señor empecé a alejarme de Dios y
cuando me fui a la Universidad todo fue peor.
Empecé a salir con muchachos que no eran cristianos y todas
mis creencias y cosas que yo tenía establecida en mi mente y corazón desde niña
empezaron a ser más gris que blanco y negro.
Mi sueño de tener una familia Cristiana cambio en
tener un hombre de mucho dinero y éxito. Me alejé de la iglesia. Estuve
saliendo con un muchacho que si tenía mucho dinero, buen carro, popular pero no
creía en Dios. Y mi vida reflejaba una muchacha cien por ciento fuera de la
voluntad de Dios.
Realmente dentro de mí no era feliz. Un día Dios llamó mí atención y no pude parar de llorar cuando miré
mi vida y donde estaba en ese momento. Decidí cambiar y dejé lo que estaba
haciendo, regresé a escuchar consejos sabios, regresé a la iglesia, hasta me
cambie de universidad para estar cerca de mi iglesia.
Empecé a servirle a
Dios, pero con el tiempo empecé a sentirme sola, no tenía novio ni muchos
amigos y empecé a extrañar lo que tenía antes. Tenía que aprender a depender de
Dios a que El fuera mi mejor amigo. Eso fue una lección difícil para mí y lloré
mucho. Pero con el tiempo lo logré y llegué a un punto donde el Señor era mi
mejor amigo, no necesitaba nadie más. Me logré sentir llena en su presencia.
Todavía tenía un sueño
de un buen hombre que me pudiera apoyar y estuviera a mi lado, pero si eso no
llegaba no importaba estaba tan bien con Dios! En esa misma semana le dije a Dios “ me siento tan feliz contigo ,no
necesito nada mas”. Ahí llegó llego mi
Príncipe Azul.
Y de verdad es un
hombre increíble porque Dios me lo trajo. Yo no lo busqué. Ya estamos casados y
tengo una vida de “Happily Ever After”. Tal vez no tenemos la fama, el dinero,
y carros de “Fast and Furious” pero si tenemos las cosas que cuentan en la
vida, amor y pasión por servir a Dios.
Mi Testimonio: Cuando
aprendas y aceptes que Dios es todo y lo único que necesitas es cuando verás la
lluvia de bendición en tu vida. Dios te ama y quiere lo mejor para sus hijos.”
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