Creo que
todos tenemos una agenda llena hoy en día. Desde los más jóvenes hasta los no tan jóvenes tenemos cientos de cosas
para hacer en nuestro día a día.
Así que si ya
sabemos que en nuestro día tenemos tantas cosas para hacer, que mejor que
empezarlo con nuestro tiempo de oración y lectura de la palabra. Es sacrificado
quitar una hora de nuestro sueño? Claro que sí, pero créeme vale la pena.
Al leer la
biblia encontramos que hombres que fueron usados por Dios buscaban ese tiempo
de intimidad en las madrugadas.
Salmos 63:1 (TLA)
Dios mío, tú eres mi Dios. Con ansias
te busco desde que amanece, como
quien busca una fuente en el más ardiente desierto. Por la mañana,
Señor, escuchas mi clamor; por la mañana te presento mis ruegos, y quedo
a la espera de tu respuesta.
Isaías 26:9 (NVI)
Todo mi ser te desea por las noches; por la mañana mi espíritu te busca. Pues
cuando tus juicios llegan a la tierra, los habitantes del mundo aprenden lo que es
justicia.
Marcos 1:35 (NVI)
Muy de madrugada,
cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó, salió de la casa y se fue a un
lugar solitario, donde se puso a orar.
Lo importante
es que saquemos un tiempo para nuestra intimidad con Dios a algunos nos
funciona en las mañanas otros en las noches o quizás hasta al medio día.
Efesios 6:18 No se olviden de orar. Y siempre que oren a Dios, dejen que los
dirija el Espíritu Santo. Manténganse en estado de alerta, y no se den por
vencidos. En sus oraciones, pidan siempre por todos los que forman parte del
pueblo de Dios.
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